domingo, 6 de octubre de 2019

Presentación de Emma Crespo


El pasado jueves 3 de octubre tuvo lugar en el Centro Cultural Santa Clara de Portugalete la presentación del libro de Emma Crespo Nos llamaron locas (y putas, y brujas). Vaya por delante que el libro, además de ser una interesante reflexión sobre la feminidad, el feminismo, el ser mujer en los tiempos que corren y también sobre la sociedad en la que se encuadra hoy la condición (¿la condición?) de mujer, es un entramado libresco tan poliédrico como mestizo y multifacético, una suma de textos que van desde la reflexión pura y dura a la ficción, si nos atenemos a las clasificaciones ordinarias.

Por ese mismo carácter del libro hubo que darle a la presentación un tono que fuera acorde con esa misma característica. Contamos para ello con la música de Rober Portu, que fue la mejor forma de aportar al acto un ritmo cálido y acogedor, sin duda una buenísima introducción para que las palabras, a continuación, tejieran con sus significados y sus insinuaciones un ambiente de complicidad entre quienes allí estábamos. 


Y no cabe duda que Amaia Villa le dio continuidad al tono de la música al leer, nada más acabar Rober Portu su primera aportación, un párrafo del libro con que iniciar, ya sí, la presentación del libro, que contó con Garazi Albisu como maestra de ceremonias.

A partir de allí se habló del libro, se habló del feminismo y de la situación de la mujer, se habló de las posibilidades en nuestra época a una verdadera emancipación de la mujer que en realidad es una emancipación de toda la sociedad porque al final hacia donde se camina es a una sociedad de personas en la que a cada cual se le valore por sí misma, porque el objetivo es ese, una sociedad de personas libres e iguales. Pero para llegar a esa meta hay que conocer la senda recorrida, en lo material y en lo emocional.

Emma Crespo consiguió transmitir durante los cuarenta minutos de diálogo no sólo el contenido del libro, sino que nos trasladó también a ese recorrido vital colectivo y personal descrito en cada una de las partes del texto, un recorrido que conlleva partir de una historia –la misma historia que contiene su propio nombre– y alcanzar las posibilidades que se nos abren en este presente donde todo sigue por hacer, pero contamos ya con todo ese pasado como referencia. Y como el recorrido era también personal, hubo que hablar de algunas de aquellas muñecas presentes en la infancia, creadoras de imágenes e imaginerías.

Se dio un diálogo con mucha complicidad, también cuando intervino parte del público. El acto terminó como empezó en orden inverso, Amaia Villa leyó un cuento y Rober Portu nos envolvió con su música.

Las fotos son de José Luís Gutiérrez Landa.




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