martes, 24 de diciembre de 2019

Suelta de libros y lectura navideña


Un año más, ante el inicio de las Navidades, hemos llevado a cabo nuestra suelta de libros ya tradicional por la Noble Villa de Portugalete. Hemos ido dejando libros en todos los barrios, para que de este modo algunos nuestros vecinos obtengan la pedrea de una lectura al azar.

Con esta costumbre queremos fomentar el placer de la lectura, es un pequeño gesto que pretendemos repetir en todas las Navidades, al igual que los intercambios de libros realizados a lo largo del año, porque creemos también que, además de la satisfacción personal que obtenemos con la lectura, la literatura posee una componente social enorme que hemos de potenciar.



Intercambiar libros, comentarlos en grupo, que sean una parte esencial de nuestras vidas, este es el fin de nuestro pequeño gesto.

Bien pronto, cuando aún no había amanecido, nos reunimos un pequeño grupo para comenzar un recorrido por la Villa y cuando ya se ha impuesto la luz del día los primeros paseantes matutinos de domingo, que este año además disfrutaron de una mañana muy grata, se encontraron con libros en los rincones más insospechados de calles y plazas, en las ventanas o junto a los portales, arrimados a estatuas o cerca de las fuentes.

Apenas unas horas después esos libros están ya en las manos de nuevos lectores. Es una pequeña sorpresa, un premio tal vez insignificante en términos materiales, pero enorme para quien conoce el valor de la lectura.


Un rato después, cuando nos acercamos al mediodía, tuvimos una lectura colectiva de cuentos navideños, esta vez de Hans Christian Andersen, en una maratón lectora que llegó hasta pasadas las dos.
Los soportales del Ayuntamiento fueron el lugar escogido y no pocos paseantes se acercaron a escuchar y algunos a leer, y de este modo pasar un rato agradable para compartir historias y amistad.


Una buena manera, sin duda, de ir acabando un año más y aspirar a un 2020 más literario si cabe.










sábado, 14 de diciembre de 2019

Presentación de «El viaje de Aixa» de Inma Roiz y Rober Garay


Es la historia de una muchacha, apenas una niña, Aixa, que parte del Pirineo central junto a su clan y viaja, aprovechando un leve deshielo y mejores condiciones climatológicas, hacia lo que hoy es el Urdaibai, en Vizcaya.

La época era bien distinta. Hoy la conocemos como el paleolítico, el periodo más largo en la historia del ser humano. El mundo era diferente. El miedo a lo físico, tal vez mucho mayor. No lo sabemos con certeza, nos cuesta imaginarnos lo que sentían, el miedo ante los peligros, la angustia por la debilidad propia de aquellos hombres y mujeres, sus sensaciones ante lo material y ante lo invisible, ante lo que les amenazaba –los animales, el clima, la obscuridad, el afán por la supervivencia– y ante lo que no veían, lo que no comprendían. Puede sin embargo que no fueran tan diferentes a lo que somos ahora, a pesar del tiempo y de las tecnologías, aun cuando tengamos, creemos, más seguridades, pero también tenemos los mismos miedos, las mismas incertezas.

La escritora Inma Roiz se ha metido en la cabeza de esa niña y nos ofrece su última novela, El viaje de Aixa, publicada por El Gallo de Oro, en la que nos propone recorrer no sólo el mismo trayecto que el clan, también el recorrido interior de la muchacha y de los hombres y mujeres que le acompañan. Cualquier viaje, ya lo sabemos, es sobre todo interior, lo que vivimos y vemos nos va modelando, nos confronta con el mundo, pero también con nosotros mismos. Para Aixa no va a ser diferente. Para los lectores, tampoco.

En este recorrido literario, Inma Roiz ha contado con la ayuda de Rober Garay, quien aporta a la novela sus ilustraciones que a todas luces refuerzan la contundencia del relato. Pero también le ha ayudado a comprender, en la medida en que  sea posible adentrarse en un tiempo diferente, aquel periodo de vida del que nos separan más de diez mil años.

De todo esto nos hablaron el pasado jueves 12 de diciembre en el Centro Cultural Santa Clara, durante la presentación del libro, Inma Roiz y Rober Garay.

Inma Roiz nos explicó cómo afrontó el reto de ponerse en la cabeza de Aixa y entender sus condiciones de vida. Para ello, Rober Garay compartió con ella su conocimiento enorme de esa época, los datos y las interpretaciones variadas sobre la época, pero también la acercó a la experiencia física de las cuevas y de los caminos, recorrieron lugares sin duda muy parecidos a los que viera Aixa y pudo mostrarles experiencias que viviera cualquier persona de aquel tiempo, las herramientas, por ejemplo, que ya empleaban o las armas con que cazaban. Contra lo que podemos creer, se baraja la posibilidad de que las mujeres participaran también en la caza, actividad sin duda central entre aquellos clanes.

La introdujo también en las primeras manifestaciones del arte, aquellas pinturas rupestres cuya interpretación nos es difícil de comprender en toda su envergadura, pero que ya sabemos que implicaban más significados de lo que hemos sospechado hasta el momento. Incluso se han acercado a la música de aquella época, que algunos investigadores han empezado a estudiar.

Las explicaciones nos encandilaron a todos y dejó claro el reto enorme que tuvo la escritora para afrontar su novela. Fue una invitación a su lectura, el sumo placer que supondrá introducirse en sus párrafos, sostenidos por la conciencia de un tiempo tan apasionante y prolijo.