El día no pudo ser mejor
para la visita que realizamos el pasado domingo 20 de octubre a la exposición
de José Abel en el Museo de la Industria Rialia de Portugalete: lluvioso,
nublado y con una bruma que lo envolvía todo a medias, un día gris, aunque
desde luego no caótico como cabría esperar, más bien el caos formaba parte
únicamente de la atmósfera recogida en los cuadros expuestos, cuadros de la
ciudad de Bilbao, de su ría y de otras ciudades que cuentan a su vez con la
presencia de agua.
La exposición lleva el
nombre de Blade Runner, la mítica
película de Ridley Scott realizada en 1982, una distopía en una ciudad, ésta
sí, caótica, y también obscura y opresiva.

Pero, ¿qué pasa cuando
una ciudad se transforma, como ocurre en esta época postindustrial, hasta el
punto de volverse otra, tal como le ha ocurrido a Bilbao y sin duda a muchas
otras ciudades? Pues que es esa ciudad que vio de pequeño, cuando bajaba con su
madre desde Zabala, la que se le quedó en su memoria y la que plasma en su
obra, nos cuenta, a pesar de los cambios y aun cuando pinte la ciudad actual,
al fin y al cabo se trata de «lo que veo
en mi interior, no lo que veo en la foto», y en consecuencia transmite la
ciudad de entonces, es esa misma ciudad la que ha perdurado, más allá de los
cambios.


Las fotos son de José Luis Gutiérrez Landa