viernes, 22 de marzo de 2019

Tras la maratón poética


La sala interior del Why not se llenó, sí, de personas deseosas de escuchar poesía y también de recitarla, poesía propia o ajena, amorosa o política, de sátira o sentimental, que de todo hubo durante la hora y media que duró el encuentro. Había necesidad de compartir poesía y de allí sin duda algunas palabras de agradecimiento por convocar algo así en la Villa de Portugalete, agradecimiento a nuestra asociación, la convocante, pero que nosotros damos al bar que nos brindó (tópico al uso, aunque cierto) un marco incomparable, una sala donde resguardarnos de ese frío del primer día de primavera y donde escucharnos y recitarnos o leer en los minutos previos, antes de que las primeras personas rompieran el hielo. Agradecimientos que se merecen sobre todo quienes asistieron e hicieron posible pasar un buen rato. Habrá, pues, que repetir, que ganas nos han quedado a todos de continuar.




El acto estuvo acompañado por Rober Portu, que aportó la música, melodiosa, intimista. Poesía, Música, cerveza, vino… ¿No es acaso la mejor manera de acabar la jornada? Aquí cabe discutir si el acto fue una huida de la realidad, a veces necesaria, la realidad no siempre resulta amable, o, por el contrario, si no fue más bien un acto de reafirmación de otros modos de vidas, en los que es posible concordar la cotidianidad con la poesía, la necesaria busca de la belleza o la manera de dar la vuelta a la realidad y hacerla nuestra.



Se llevaron poemarios de varios autores. Y varios autores nos trajeron sus poemas. Hubo personas que no pudieron asistir y que, sin embargo, hicieron acto de presencia pidiéndole a alguien que recitara su poema o el poema que le hubiera gustado recitar. En fin, un final de día que nos dejó un buen sabor de boca y que nos ofreció un espacio en el que poder compartir la poesía, la literatura, la vida en definitiva. En efecto, habrá que repetirlo.




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